Av. Juan Palomar y Arias #530 Colonia Monraz. C. P. 44680 Guadalajara Jal. México.
Si tienes comentarios, sugerencias o requieres de mayor información, contacta a uno de nuestros especialistas.
Estamos para servirte.
Entendemos la ansiedad y estrés que sientes al no saber qué es lo que intentan decir los médicos, pero siempre es importante aclarar tus dudas y hacer las preguntas necesarias para que te sientas tranquilo.
La palabra tumor no es sinónimo de cáncer. Tumor se refiere a un aumento de tamaño, puede aparecer en alguna estructura de nuestro cuerpo, así como puede aparecer en la piel, en los músculos, en los huesos, entre otros. Puede ser una reacción por inflamación, por un golpe, por la mordedura de un mosquito o cualquier situación que comprometa nuestro cuerpo o no. Nuestro cuerpo crea tumores para protegernos de algo adverso.
Existen dos tipos de tumores: los benignos y malignos:
No todos los tumores malignos siguen ese camino mortal. Algunos son detectados oportunamente y pueden ser extirpados en el quirófano o responder de manera eficaz ante quimioterapia y radioterapia. Debido a ésto, la palabra "maligno" es y siempre será un signo de alerta.
El Cáncer no es una enfermedad como tal, sino que representa un conjunto de enfermedades que tienen características en común, como la proliferación o multiplicación descontrolada y la inmortalidad celular.
Ésto se detona en una célula normal que adquiere un daño en su material genético (DNA), un daño que no puede ser reparado por nuestros sistemas (vías de reparación del DNA) y nuestro sistema inmunológico no reconoce esta célula alterada (por una especie de camuflaje), la cual se divide y transmite estas alteraciones a las células hijas de generación en generación hasta que la célula adquiere cambios en su forma y función (comportamiento maligno), en donde busca de forma desesperada sobrevivir y multiplicarse rápidamente.
En el transcurso de horas, días, semanas o meses (depende del tipo celular) se conforman masas con millones de células malignas que invaden tejidos en algún órgano, ocupando espacio de la estructura del mismo y consumiendo energía (oxígeno, glucosa y proteínas) que es robada de la circulación sanguínea. Además, produce sustancias tóxicas que afectan la función del órgano comprometido, lo que produce síntomas de dolor, pérdida de peso, falta de aire, obstrucción intestinal, etc. Con la misma necesidad de supervivencia, estas células tienen la capacidad de migrar a ganglios linfáticos y otros órganos a distancia (a esto se le conoce como Metástasis), como la forma más agresiva y avanzada de la enfermedad.
Siddhartha Mukherjee, en su libro “El Emperador de todos los Males: Una Biografía del Cáncer” lo describe como una enfermedad expansionista: “Invade los tejidos, establece colonias en paisajes hostiles, busca un “santuario” en un órgano y luego migra a otro. Vive desesperada, inventiva, feroz, territorial, astuta y defensivamente; por momentos, como si nos enseñará a sobrevivir. – Confrontar al Cáncer es ponerse frente a una especie paralela, quizá aún más adaptada que nosotros a la supervivencia”.
De manera frecuente, las personas se preguntan cosas que los médicos no podemos determinar con certeza, como “¿Qué hice mal?” o “¿Por qué a mí?”. Como no se les brinda esta información, comienzan a generar ideas acerca de las causas que pudieron llevar a cabo la presentación de esta enfermedad. Algunos consideran que es un castigo por algo que hicieron o que no hicieron en el pasado, o si algo que hicieron causa directamente la enfermedad.
Si llegas a tener estos pensamientos, no te preocupes. Queremos que sepas que no estás solo. Estas creencias son normales en personas con cáncer, por lo tanto, queremos informarte que el cáncer no es un castigo por acciones pasadas. No te culpes, no te obsesiones en buscar métodos que de alguna manera hubiesen prevenido la aparición de la enfermedad. El cáncer no es culpa tuya y muchas veces es poco probable saber cuál fue la causa por la que apareció esta enfermedad. En lugar de esto, procura enfocarte a la atención y manejo de su estado.
En nuestro cuerpo tenemos millones de células que tienen un ciclo de vida, se reproducen y mueren. En el funcionamiento normal de una célula, al llegar a su madurez, ésta comienza un proceso normal y organizado denominado división celular. Cuándo una célula se desgasta, se daña y muere, ésta deja una nueva célula (hija) la cual toma su lugar. Hay muchos procesos que controlan la división y el crecimiento de una célula, así, también hay funciones protectoras, que ante daño, buscan mejorar a una célula mediante proteínas vigilantes que limitan mutaciones y cambios nocivos.
El cáncer se origina cuando hay un daño, o una mutación en el código intracelular nuclear (ADN) y las proteínas vigilantes no pueden controlar estos cambios, lo que produce un sistema mejorado de defensa anti-muerte, crece y se divide sin control, comienza a robar nutrientes al tejido normal, produce células nuevas que desplazan a las células normales. Al propagarse las células cancerosas conservan sus características de origen. Por ejemplo: un cáncer de pulmón, se propaga al hueso, las células malignas adheridas y propagadas en el hueso tienen las mismas características que aquellas células malignas en pulmón.
Existen muchos tipos de cáncer de acuerdo a su origen, estos se pueden originar en diversas partes del cuerpo como en pulmones, senos, colon, próstata, ovario o hasta en la sangre. Aunque los tipos de cáncer son distintos, tienen similitudes entre sí, pero difieren en ciertas características, como en sus patrones de crecimiento y propagación.
Algunos tipos de cáncer crecen y se propagan rápidamente, en cambio, otros son más lentos y son menos invasores en comparación. Es necesario saber qué tipo de cáncer es el que se tiene, ya que los tratamientos varían según el origen celular, comportamiento y crecimiento del tumor maligno. También se debe identificar si la enfermedad se ha propagado, ya que de esta manera se dará a conocer su etapa.
Los métodos de manejo terapéutico difieren de acuerdo al tipo de tumor, origen, comportamiento, propagación y etapa. Pueden ser manejados mediante radioterapia, quimioterapia o cirugía. En ocasiones son tratados con 2 o los 3 métodos para obtener el mejor resultado y la mejor respuesta posible.
Los tratamientos más comunes del cáncer son la cirugía, quimioterapia y la radioterapia. No obstante, el cáncer no se trata de una manera generalizada, el tratamiento es específico y único para cada persona que padece la enfermedad.
El médico oncólogo tienen que buscar el esquema terapéutico óptimo para la persona, de manera personalizada y específica.
El manejo del cáncer se lleva a cabo de manera multidisciplinaria, con un equipo de profesionales altamente especializados en el tema: médico oncólogo, cirujano oncólogo, oncólogo radioterapeuta, nutrición oncológica, hematólogo, enfermería oncológica, tanatología, etc. En conjunto realizan un esquema terapéutico farmacológico y no farmacológico.
La cirugía tiene como objetivo extirpar una parte o la totalidad del tumor o del órgano invadido. Sin embargo, la cirugía no es indicada para todos los tipos de cáncer. La quimioterapia (Quimio) es el uso de medicamentos para matar células cancerosas o reducir su crecimiento, éstos se pueden administrar vía intravenosa (en una vena mediante una aguja) y en vía oral por medio de píldoras que se tragan, es útil para atacar sistémicamente al cáncer y células que se han propagado.
La radioterapia es el uso de radiación para matar o disminuir el crecimiento de las células cancerosas. Puede utilizarse sola o en conjunto con cirugía, quimioterapia o ambas (es similar a someterse a una radiografía). Se utilizan implantes radiactivos en las áreas cancerosas.
Todo depende del tipo de cáncer, la etapa y si es adecuado para ti como paciente. Tu salud, como tus preferencias, influyen en la selección del mejor tratamiento contra el cáncer. No todos los tratamientos serán eficaces, por lo que es preciso estar informado acerca de todas las opciones, los efectos secundarios y lo que puedes esperar con cada medida terapéutica.
Es una de las medidas terapéuticas más comunes para tratar el cáncer. Consiste en el uso de medicamentos para tratar y combatir el cáncer, su primera intervención en el tratamiento contra el cáncer. Su eficacia ha logrado que muchas personas mantengan una vida plena después de padecer la enfermedad y ésta haya sido tratada. Éstos medicamentos han sido sometidos a numerosas pruebas en diversas ocasiones, investigando su función y su eficacia, que en dichas pruebas han demostrado una alta efectividad en ayudar a combatir células cancerosas.
Actualmente existen más de 100 medicamentos quimioterapéuticos, de estos son seleccionados los medicamentos de acuerdo al tipo, etapa y origen de la enfermedad. La quimioterapia es utilizada para evitar la propagación del cáncer, disminuir la velocidad de crecimiento tumoral, matar células cancerosas que se hayan propagado a otra zona corporal, aliviar sintomatología dolorosa y de obstrucción generado por el tumor y finalmente para curar el cáncer.
Los medicamentos pueden ser administrados por vía intravenosa y por vía oral por medio de píldoras que se tragan, útil para atacar de manera sistemática al cáncer y a las células que se han propagado.
Existen diversas modalidades terapéuticas en el uso de quimioterapia, las cuales dependen del tipo y localización del tumor, así como la etapa clínica y las condiciones del paciente, que permitirán una elección adecuada en el empleo del fármaco.
Durante la división celular existen checkpoints (puntos de revisión) en los cuales la célula identifica daños, si no se identifican daños puede seguir con la división, pero si hay daños estos son reparados, no obstante, cuando no son reparados se produce una muerte celular inducida por sistemas protectores.
En el Cáncer, este sistema se encuentra alterado y no induce la muerte celular de la célula dañada. La quimioterapia interviene en este proceso de división llamado ciclo celular y tiene como objetivo producir un daño en la célula cancerosa que pueda percibirse por la misma célula y de esta manera se induzca a la muerte celular.
La inmunoterapia, conocida también como terapia biológica, es un tipo de tratamiento para el cáncer que estimula las defensas propias del cuerpo con el fin de luchar contra el cáncer. Utiliza sustancias obtenidas naturalmente en el cuerpo o fabricadas y mejoradas en un laboratorio para facilitar el proceso de restauración funcional del sistema inmune (sistema del cuerpo de protección).
Funciones:
Tipos de inmunoterapia: